Vacunas al nacer.
Al nacer recibimos:
BCG: vacunas contra la tuberculosis. Su aplicación es en el brazo derecho por inyección intradérmica. Luego de misma (entre los 15 y 90 días) puede aparecer una pequeña elevación de la piel (nódulo) y la posterior aparición de una cicatriz. Para la limpieza de la misma, sólo debemos utilizar agua y jabón.
Si bien esta es la evolución más frecuente, a veces la cicatriz puede no aparecer. En estos casos no es necesario volver a vacunar.
Desde el año 2006 no se aplica más la dosis de refuerzo al ingreso escolar (6 años).
Esta vacuna evita las formas graves de la tuberculosis: la meningoencefalitis tuberculosa (la infección en el sistema nervioso central –cerebro-) y la tuberculosis miliar (la forma diseminada de esta enfermedad). No evita el contagio, por lo que siempre es necesario estudiar a todos los convivientes de un paciente al que se le diagnostica tuberculosis.
Hepatitis B: La hepatitis B es una infección viral que produce una inflamación del hígado
La primera dosis de la vacuna se da dentro de las primeras 12 horas de vida, para evitar la transmisión vertical (de madre a hijo) de la enfermedad.
La inyección se da en la región anterolateral del muslo.
La vacuna contra la hepatitis B es la mejor forma de prevenir esta enfermedad.