Traumatismos craneanos
¿En qué momento de su desarrollo los chicos entienden la noción de peligro?
El desarrollo de la inteligencia es un proceso largo y continuo que comienza con el nacimiento y se concreta alrededor de los 18 años de edad.
Al comenzar a gatear y caminar, el niño explora y desarrolla en forma conjunta todos sus sentidos. La noción de peligro no existe como tal, sino que son los padres los que ejercen un control externo de las situaciones potencialmente riesgosas.
Si bien los niños pequeños tienen capacidad de adaptarse al medio, lo que los domina fundamentalmente es la “inteligencia práctica”: pueden registrar situaciones que le causan dolor o displacer y tratar de evitarlas en experiencias futuras. En cierto modo esto funciona como si fuera un “reflejo condicionado”.
Alrededor de los 5 a 6 años, empiezan a tener mayor conocimiento y dominio de sus movimientos, percepción del entorno y se comienza a esbozar la posibilidad de “situaciones riesgosas” ante las vivencias adquiridas a lo largo de su crecimiento.
La noción de peligro se adquiere con el desarrollo del pensamiento abstracto alrededor de los 10 a 12 años con el desarrollo del lóbulo frontal. Es realmente aquí, donde el niño adquiere la capacidad de inhibir impulsos riesgosos y de autocontrol. Es en lóbulo frontal donde se aloja la capacidad de interiorización de normas, la noción de peligro, la abstracción, la planeación del comportamiento y la inhibición del comportamiento impulsivo.
¿Ante qué tipo de golpes y síntomas posteriores es necesario acudir a la guardia?
Ante un golpe en la cabeza, debemos consultar al pediatra o al centro asistencial más cercano ante la aparición de los siguientes síntomas:
Dolor de cabeza intenso o progresivo.
Llanto o irritabilidad mantenidos en lactantes y niños pequeños.
Vómitos.
Alteración de la conducta (desorientación, confusión persistente).
Alteración de la marcha: que no puede pararse estable o que caminando se desvíe para los costados.
Alteraciones de la visión: visión doble, borrosa.
Cefalohematoma (chichón) en lactantes y niños pequeños. Debemos tener en cuenta que debajo de un gran chichón, podemos encontrar una fractura de alguno de los huesos del cráneo.
¿Es cierto que frente a un golpe fuerte en la cabeza no hay que dejarlos dormir?
No, esto no es verdad. Luego de un golpe fuerte en la cabeza, el niño llora y se tensiona. Una vez que logramos calmarlo, lo más probable es que ante tal experiencia estresante, el niño se relaje y se duerma.
Lo que debemos hacer es despertarlo en diferentes momentos de su descanso para ver si la recuperación del estado de conciencia es el habitual. En caso de que este muy somnoliento, que no responda a nuestros estímulos, que no se despierte, debemos consultar urgente a una guardia en un centro asistencial.
¿Es cierto que si sale el moretón esto es una buena señal de que el golpe no es grave?
No, no es cierto. Como mencionamos anteriormente, la presencia de un moretón grande (cefalohematoma), puede ser indicador de alguna lesión en los huesos del cráneo, por lo que se aconseja concurrir a una guardia para realizar algún estudio de imagen (placas de cráneo, tomografía, etc) y descartar la posibilidad de fractura.
Recordar que cuanto mayor es el tamaño del hematoma y menor es la edad del niño, tenemos un aumento del riesgo de lesiones serias.
Bibliografía:
Manual de prevención de lesiones. Subcomisión de prevención de lesiones. 2012. Sociedad Argentina de Pediatría.
Identification of children at very low risk of clinically-important brain injuries after head trauma: a prospective cohort study. Lancet 2009;374: 1160-70.