¿Qué debemos tener en cuenta para que nuestro hijo nazca sano?
Cuando decidimos tener un hijo, en lo posible y si es planificado, debemos prepararnos en forma adecuada. Esto implica una charla previa con nuestro futuro obstetra para ver qué controles previos a quedar embarazada debemos tomar.
Es importante saber que un seguimiento adecuado del embarazo reduce el nacimiento pretérmino (antes de las 37 semanas de gestación) y el bajo peso de nacimiento, que están fuertemente asociados a problemas del desarrollo.
Se demostró que a mayor número de controles con el obstetra durante el embarazo (6 controles serían los mínimos ideales) mayor es la posibilidad de que nuestro niño nazca con buen peso.
Para prevenir algunas malformaciones neurológicas en el desarrollo del bebé (alteraciones del cierre del tubo neural: espina bífida, mielomeningocele y encefalocele) la mujer debe ingerir ácido fólico: para ello debe tomar un comprimido de ácido fólico de 1 mg por día, tres meses antes de quedar embarazada. Si hay antecedentes de malformaciones del tubo neural, deben ingerir 5 mg por día. El exceso de ácido fólico no produce daños a la salud.
El estado nutricional materno es muy importante al momento de quedar embarazada: sabemos que las mamás desnutridas se asocian a nacimiento pretérmino, retraso en el correcto crecimiento del bebé dentro del útero, mayor mortalidad perinatal y defectos del cierre del tubo neural.
Por otro lado, las mamás obesas se asocian con diabetes, presión alta (hipertensión) y el nacimiento de bebés macrosómicos (grandes y con mayor peso del adecuado para lo esperado).
Debemos evitar las dietas vegetarianas durante el embarazo y la lactancia, porque pueden poner en riesgo la nutrición del bebé.
La ingesta de calcio y hierro debe estar garantizada, dado que durante el embarazo aumentan las necesidades de los mismos: la mujer embarazada debe ingerir un litro de leche por día o equivalente en productos lácteos. El obstetra determinará la necesidad de suplementar con hierro durante todo el embarazo en caso de ser necesario.
La dieta debe contener ácidos grasos esenciales (omega 3 presente en pescados en mayor cantidad que omega 6 presente en los vegetales) que son son lípidos que el cuerpo humano no puede sintetizar, por lo que deben ser consumidos en la dieta cotidiana para cubrir con las demandas del metabolismo.
El fumar y la exposición al humo ambiental (convivientes que fuman en el mismo ambiente) afectan al feto y a la madre provocando mayor riesgo de complicaciones como placenta previa, abortos, partos prematuros, retardo del crecimiento del bebé dentro del útero y aumento de la mortalidad perinatal.
La mujer embarazada no debe tomar alcohol: el alto consumo de alcohol se asocia con muerte fetal, retardo de crecimiento pre y postnatal, bajo peso al nacer y posibles alteraciones del sistema nervioso central y de la conducta como el síndrome alcohólico fetal.
El consumo de drogas ilegales (marihuana, cocaína y heroína) se asocian a malformaciones, muerte perinatal y problemas del desarrollo.
Se debe informar al obstetra la ingesta de cualquier medicamento que la mamá realice, debido a que alguno de ellos puede afectar el correcto desarrollo del bebé durante el embarazo.
Todas las mujeres embarazadas deben ser vacunadas contra la gripe en cualquier trimestre del embarazo y con la vacuna triple bacteriana acelular luego de la semana 20 de gestación.
Recordar que la mujer embarazada no puede exponerse a radiaciones electromagnéticas (radiografías, resonancia magnética nuclear y tomografías computadas) durante el embarazo, pero sobre todo debe evitarse en el primer trimestre del mismo.
Con estos recaudos, lograremos que el embarazo transcurra en forma adecuada y el bebé crezca sano.
Y recordá, la salud de tus chicos comienza en vos