El colecho: una práctica en aumento.
Denominamos colecho cuando una persona duerme en la cama con el bebé, 4 horas por noche, todas las noches.
En la actualidad es una práctica que viene en aumento por lo que la difusión para una práctica de colecho seguro es muy importante.
¿Qué beneficios tiene esta práctica?
- Favorece la lactancia materna y facilita las tomas nocturnas ofrecidas por la madre.
- Aumenta los episodios de sueño REM, considerado como protector de apneas del sueño.
- Reduce el riesgo de que el bebé sufra hipoglucemias (baja glucosa en sangre) porque favorece las mamadas nocturnas.
- Disminuye la frecuencia y duración del llanto del bebé, dado que la madre o el padre asisten al niño en forma inmediata.
- Sincroniza los ciclos de sueño de la madre y el bebé.
- Potencia el vínculo afectivo entre padres e hijos.
La OMS y UNICEF dan una serie de pautas para asegurar un colecho seguro:
- El bebé debe dormir siempre boca arriba: en general para amamantar se lo coloca de costado mirando el pecho materno (la mamá también se coloca en forma lateral). Debemos asegurarnos que una vez que finalizó de mamar, el bebé quede colocado con su espalda totalmente apoyada sobre el colchón. (siempre debe estar boca arriba).
- El colchón debe ser plano, firme. Están prohibidos los colchones blandos y los colchones de agua.
- Asegurarse de que el bebé no pueda caerse de la cama (evitando traumatismos), ni quedar atrapado en ningún hueco (evitando sofocación).
- Evitar el uso de almohadas, mantas con pelo, acolchados, almohadones y peluches.
- No cubrir nunca la cabeza del bebé.
- Evitar arropar al niño en exceso debido a que recibirá el calor de los cuerpos de los adultos que duermen con él.
- No dormir en la misma cama si alguno de los adultos es fumador. No fumar en la vivienda donde vive el niño en ningún momento.
- No compartir la cama con el bebé si se ha consumido bebidas alcohólicas, drogas, somníferos y/o medicación que altere el nivel de conciencia.
- No dormir en la misma cama si se padece alguna enfermedad que disminuya el nivel de respuesta. Por ejemplo en caso de diabetes o antecedentes de epilepsia en algunos de los padres.
- No compartir la cama si se está muy cansado.
- No compartir la cama en presencia de fiebre en el niño o los adultos.
- No permitir que las mascotas compartan la cama si el bebé está en ella.
- No compartir la cama si tu bebé ha sido prematuro o si presentó bajo peso para la edad gestacional (menor a 2500 gr).
- Tanto la madre como el padre deben saber que el bebé está en la cama.
Personalmente prefiero en caso de colecho la utilización de una “cuna de colecho o cuna side-car” adosada a la cama, la que proporciona casi todas las ventajas del mismo sin dar lugar a situaciones de riesgo para el bebé.
Asimismo considero que esta información debe estar adosada a la prevención de síndrome de muerte súbita del lactante que dice:
- Posición en decúbito supino (boca arriba) para dormir.
- Uso de colchones firmes.
- Compartir la habitación con el bebé hasta el 6to mes de vida sin compartir la cama.
- Evitar objetos blandos y ropa de cama suelta en la cuna: las sábanas deben estar tensas y colocadas debajo de los brazos del bebé.
- Evitar exposición al tabaco durante el embarazo y después del nacimiento.
- Promover la lactancia materna.
- Considerar ofrecer el chupete a la hora de la siesta y al dormir de noche una vez que se afianzó la lactancia materna (alrededor de los 20 días de vida del bebé)
- Evitar el exceso de calefacción en la habitación donde duerme el niño.
Por lo tanto, en caso de decidir realizar colecho, se debe discutir los beneficios y las contras de esta técnica en la primer consulta médica que realicen con su pediatra de cabecera.
Y recordá….la salud de tus niños, comienza en vos.