Cefalea. Un problema que inquieta a todos los padres: el dolor de cabeza.
La cefalea o dolor de cabeza es un padecimiento común en la infancia, y su frecuencia se incrementa en la adolescencia. Su prevalencia es muy variable, señalándose que en algún momento han padecido dolor de cabeza el 4 al 20% de los niños pre-escolares, el 28 al 50% de los de edad escolar y hasta el 75% de los adolescentes.
En los niños y adolescentes los dos tipos más frecuentes de cefalea son la Migraña y la Cefalea tensional.
La Migraña, es más frecuente entre los niños varones, con una mayor incidencia entre los 6 y los 10 años; la preponderancia del sexo masculino se invierte a partir de los 12 años. En la infancia, las características de la migraña difieren con frecuencia de las de los adultos migrañosos: la localización unilateral es menos habitual, los ataques suelen ser más breves y la pulsatilidad del dolor o la presencia de molestia a la luz y el sonido son menos constantes.
La Cefalea de tipo tensional se puede presentar asilada o asociada a la migraña. También llamada cefalea psicógena, por contractura muscular o por estrés. Las características típicas de la cefalea de tipo tensional son: ausencia de aura (síntoma previo), o cualquier síntoma neurológico, la presencia de dolor bilateral, difuso, de intensidad leve a moderada, sin acompañantes digestivos (náuseas o vómitos). Este tipo de dolor de cabeza es más factible que responda a tensión emocional o problemas psicológicos. Es más frecuente en adolescentes.
En las cefaleas debemos tener en cuenta que existen:
Factores desencadenantes: ansiedad, depresión, estrés, alimentos (cafeína, té, bebidas cola, chocolate, queso maduro, hamburguesas, salchichas, alimentos enlatados, conservantes, aspartamo, frutas secas), ejercicio físico intenso, ayuno, tóxicos (tabaco, alcohol, drogas), frío, privación o exceso de sueño, menstruación.
Factores agravantes: ruido, luz, frío, tos, estornudos, caminar, subir escaleras.
Factores atenuantes: reposo, sueño, oscuridad.
En los niños o adolescentes que sufren cefaleas recurrentes, es importante concurrir a la consulta médica con un registro diario de los episodios, al que los pediatras y neurólogos denominamos: Diario de la Cefalea
Este registro debe realizarse en forma ordenada y comprensible: en él debemos anotar:
Fecha,
Hora de inicio,
Sospecha de algún desencadenante del dolor,
Síntomas previos, síntomas acompañantes al momento del dolor de cabeza, Localización del dolor en la cabeza,
Con qué cede,
Hora de fin del dolor.
Con estos registros, los médicos podemos orientar el diagnóstico de tipo de cefalea y proponer un tratamiento adecuado para cada caso.
Desde ya, que en niños y adolescentes debemos descartar problemas de visión por lo que la consulta con el médico oftalmólogo es necesaria.
Y recordá, la salud de tus chicos comienza en vos.
