Elección de la mejor mascota
Nadie discute que una mascota en casa genera placer y nos divierte: pero ¿qué debemos tener en cuenta al momento de elegir una mascota para ingresar a nuestro hogar? o en caso de tenerla, ¿cómo debemos introducir a nuestro hijo en un hogar que tiene una mascota?
Convivir con un animal puede resultar muy positivo para un niño en muchos sentidos:
- Lo ayuda a hacerse cargo del cuidado del “otro”: tiene las primeras responsabilidades en cuanto a alimentación e higiene.
- Lo ayuda a compartir: el animal ocupa un espacio y comparte el afecto de los padres.
- Enseña el ciclo de la vida: en general, somos nosotros los que vemos nacer, crecer, en algunos casos reproducirse y morir a nuestra mascota. Nos ayuda a enseñar la temporalidad y la necesidad de cuidado en las diferentes etapas de la vida.
¿Cuál es la mascota más adecuada para nuestros niños?
La que permita que el niño interactùe con el juego y el cuidado diario… en este punto prefiero apartar los animales exòticos y quedarme sólo con los perros y los gatos.
Casi todos los niños, si se les diera a elegir una mascota, optarían por un perro. Estos son animales muy sociales y buscan continuamente la compañía humana. Juegan, aprenden trucos y acompañan a nuestros niños hasta en el descanso.
Al momento de elegir, se aconseja evitar las razas pequeñas si tenemos niños pequeños: son perros más frágiles y como se saben vulnerables, es frecuente que huyan de las atenciones de los niños quienes muchas veces les es difícil distinguir entre un animal y un juguete.
Es preferible una raza o un mestizo de mayor tamaño: entre las razas más elegidas y aconsejadas tenemos los boxers, los labradores, los golden retrievers y los collie.
Al momento de elegir el sexo de nuestra mascota: se prefiere elegir una hembra porque son más dóciles y pacientes que los machos.
La primera mascota es ideal adquirirla cuando cumpla 2 a 3 meses de vida. Todo perro necesita saber cuál es su lugar en la familia para saber cómo comportarse en ella: si dejamos que haga lo que quiera y ocupe los lugares físicos que quiera, se sentirá dominante sobre los demás y no obedecerá.
Como regla general, recordemos que:
No debemos dejar a un ñiño a solas con un animal: muchos mordiscos se producen durante los períodos de juego brusco en la casa, porque el niño no se da cuenta cuando el animal se excita demasiado.
Debemos a enseñar a nuestros hijos a no poner la cara cerca de la boca del animal.
Evitemos que el niño acose a la mascota: por ejemplo tirando de su cola o quitándole un objeto de su boca (juguete o hueso).
Enseñemos a nuestros niños a respetar los momentos de descanso y alimentación de las mascotas.
Los gatos son animales que pueden vivir en sociedad, pero son eminentemente solitarios, por lo que si bien son una excelente compañía, requieren de mayor cantidad de momentos de “tranquilidad” y “no interacción” con nuestros niños.
En el caso que las parejas que conviven con una mascota y van a ser padres, se aconseja que una vez que nació el bebé, estando este aún en la maternidad, el hombre traiga al hogar una prenda o un pañal que haya sido usado por el bebé y se lo ofrezca al animal para que lo huela, reconozca y “adopte” el olor de este nuevo integrante.