Adolescencia y Sexualidad
La palabra adolescente significa “que está en período de crecimiento” y transcurre desde el inicio de la pubertad hasta el completo desarrollo del organismo.
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) la adolescencia es la etapa de la vida, comprendida entre los 10 y 19 años, en la cual tiene lugar el empuje de crecimiento puberal y el desarrollo de las características sexuales secundarias, así como la adquisición de nuevas habilidades sociales, cognitivas y emocionales.
Los adolescentes adquieren un cuerpo nuevo en muy poco tiempo y varían el modo de ver el mundo: ya no lo hacen a través de sus padres sino que comienzan a defender sus propios ideales y sus grupos de pertenencia.
Es común que aparezcan las rebeldías y desafíos en la primera etapa adolescente. Los adolescentes necesitan confrontar con los adultos que los rodean a fin de crecer y desarrollarse autónomamente. El orden preestablecido por la familia va a ser cuestionado: muchos padres no pueden adaptarse a este cuestionamiento, pero es fundamental que mantengan los “límites”. La cordialidad en el diálogo y la claridad en la puesta de límites actúan de contención para lograr desprenderse.
Los adolescentes que alcanzan su pleno desarrollo van sumando habilidades que favorecen un nuevo posicionamiento frente al mundo y una mayor autonomía. Afirman su identidad sexual y la capacidad de intimar. Adquieren capacidad de diálogo, de negociación y de defensa de los valores personales. Alcanzan logros intelectuales, vocacionales y laborales que les permiten construir un proyecto futuro.
En el diálogo sobre sexualidad, las familias pueden adoptar diferentes visiones para encarar el tema:
• Considerar el ejercicio de la sexualidad un derecho que debe ejercerse con responsabilidad: fomentando el autocuidado y el cuidado del otro.
• No hablar de sexualidad en el seno familiar: lo consideran un tema tabú o consideran que el conocimiento facilitaría transgresiones a pautas religiosas o familiares.
• Valorar la sexualidad sólo para obtener un placer personal: carecen de preocupación por el otro y educan para tal fin.
• Confundir sexualidad con pornografía.
• Censurar la sexualidad o aplazarla la mayor cantidad de tiempo posible en los hijos, pero la conducta de los padres dentro y fuera del seno familiar es incongruente con este concepto: prevalece la promiscuidad y la infidelidad.
Como se mencionó anteriormente, el adolescente necesita separarse de la estructura familiar preestablecida, el modelo familiar en el cual se crió, muchas veces es la base en la cual comienza a edificar su propia existencia.
Es fundamental lograr que dentro del ámbito de la familia, el adolescente encuentre un espacio para el diálogo y un lugar donde saciar todas sus dudas y fantasías. Este lugar debe estar construido remarcando que no se invade la privacidad de ninguno de los participantes del diálogo:
• Siempre se habla de lo que les pasa a los Hombres y a las Mujeres en general.
• Nunca se deben poner como ejemplo ni exponer su propia intimidad.
• Nunca se debe tomar el comentario que les plantea el adolescente como algo gracioso o vanal.
• Contestar a los cuestionamientos con la mayor objetividad posible.
• Utilizar las palabras que usa habitualmente el adolescente con el fin de lograr que éste se suelte y puede hablar sin trabas.
• Ante una pregunta que no se sabe qué contestar, abrir la posibilidad de continuar la charla en una consulta con su pediatra.
• Remarcar el concepto de autocuidado y cuidado del otro.
• Hablar sobre internet y pornografía: enfatizar la “impersonalidad en el tipo de sexualidad que está viendo”.
• Reforzar el concepto de “deseo compartido”: en una relación sexual está todo permitido siempre y cuando los dos participantes tengan deseo de hacerlo. Nunca someter al otro si no está de acuerdo.
• Hablar del uso del preservativo como método para evitar el contagio de enfermedades y de los diferentes métodos de anticoncepción.
La opinión de los pares es muy importante durante la adolescencia pero si se logra un espacio de diálogo intrafamiliar con las pautas mencionadas, se permitirá que el adolescente construya su sexualidad desde un lugar más íntegro y saludable.
