¿Cómo elegir un buen calzado infantil?
Los zapatos son una prenda de vestir que sirven para proteger del frío y de posibles traumatismos.
Al nacer, el pie de un niño es muy flexible y muy sensible a los estímulos, por lo que es aconsejable que hasta que el niño se ponga de pie por sus propios medios, no utilice calzado alguno. Sí está recomendado utilizar medias para que lo proteja del frío cuando la temperatura lo requiera y al comenzar a pararse, que estas medias tengan suela antideslizante para evitar caídas y torceduras en el eje del pie.
Cuando el niño comienza a deambular, debemos comenzar a prestar atención en cuál es el calzado más adecuado para colocarle en sus pies.
Lo más habitual es que el niño hasta alrededor de los 4 años de edad, presente un pie plano flexible: esto está dado porque la presencia del panículo adiposo del arco plantar nos da la impresión de un pie plano marcado. El concepto que debemos resaltar es que mientras el pie sea plano, flexible y no doloroso, sólo debemos comprar el calzado adecuado y no utilizar zapatos ortopédicos.
Para ello debemos tener en cuenta:
1) Deben ser livianos y bajos. No está aconsejado el uso de botas dado que impide la movilidad del tobillo, alterando la funcionalidad del mismo.
2) Deben ser de cuero o tela para favorecer la transpiración del pie del niño.
3) Deben ser flexibles para favorecer el movimiento de las articulaciones del pie.
4) El tamaño del zapato debe ser lo bastante ancho y largo para que permita el movimiento de los dedos y que éstos no lleguen a tocar por delante el final del zapato por dentro: se aconseja que quede de 1 a 1.5 cm libre entre el final del dedo gordo (hallux) y la punta del zapato.
5) Que la parte delantera tenga forma rectangular o redonda para que los dedos no estén comprimidos y se puedan mover con libertad.
6) Que tenga la puntera del zapato reforzada para proteger de los golpes y con buena altura para no dañar las uñas.
7) Que el contrafuerte (la talonera) debe ser reforzado para sujetar mejor el tobillo y mantener el talón en su eje. Así daremos más estabilidad al pie y evitaremos la rotación interna del pie al caminar.
8) La suela debe ser de un material que evite que el niño pueda resbalar y sobre todo debe ser flexible más en la mitad anterior, zona que se flexiona al caminar y de esta manera ejercitamos la musculatura del puente del pie.
9) El modelo más adecuado es el que se adapte mejor al pie con buena sujeción en el empeine: cordones, correas con hebillas o velcro.
10) Es mejor comprarlos por la tarde dado que hay una diferencia del 4% del volumen del pie respecto a la mañana.
Dado que muchos de nuestros niños van con zapatillas al colegio, debemos considerar estas mismas indicaciones al momento de comprarlas. Remarcando la necesidad que posean contrafuerte rígido para estabilizar el talón y el tobillo. Debido a que todas poseen suela de goma, es aconsejable que aquellos niños que tengan jornada completa en la escuela, lleven un par extra de medias para cambiárselas al mediodía y así evitar estar con el pie mojado durante su estadía diaria escolar.
